Saturday, May 19, 2007




UNA MAÑANA DE FURIA



Me asusta pensar en lo que una persona es capaz de hacer en determinado momento, cuando uno de los suyos se ve amenazado.


Hoy salí de mi casa decidido a hacerle mucho daño a un tipo que quiso asaltar a mi mujer.


Mi teléfono sonó solo unos minutos después de que ella saliera a trabajar, muy asustada, me pidió que fuera a ayudarla porqué un tipo la tomó y le cerraba el paso.

Tenemos una linda casa, lamentablemente, con muy mala locomoción; a solo cuadras de donde vivimos el barrio se complica y se pone malo. Hace dos años, en Semana Santa, robaron en casa, entraron por una ventana que estaba abierta se llevaron varias cosas, la cámara de fotos, la de video (que no era nuestra), unas joyas, ropa y lo más delicado, nuestra confianza.

Desde ese día, la cuenta de la luz subió bastante, cada vez que dejamos la casa sola las luces están encendidas, la radio o la televisión también, mejoramos las protecciones de fierro para las ventanas y nos hicimos de otro perro.

Pero el tema de la locomoción era algo más complicado. Por ahora no podemos comprarnos un auto así es que tenemos que caminar cuatro u ocho cuadras para tomar micro o colectivo.

Con el tiempo se nos hizo habitual el caminar para movilizarnos, en la dirección más corta para tomar un colectivo hay una casa en malas condiciones donde vive el típico curadito que hay en todas partes; no es muy viejo pero lo parece, por lo que he visto los vecinos se encargan de darle algo de comer, él no trabaja, pero es el lugar perfecto para que otros como él utilicen su casa como bar.

La casa en cuestión no tiene reja ni muro, la fachada esta a medio construir, sus ventanas están tapiadas con madera y la puerta no cierra bien. El “curaito” que vive solo acompañado por dos perros, es tranquilo, saluda y pide cigarros o pan cuando te ve pasar por la calle.

A mi mujer nunca le ha dado buena espina esa casa, una vez me dijo “si algún día desaparezco búscame allí”.

Volviendo a esta mañana, mi mujer hablaba por teléfono al pasar por fuera del improvisado bar, (siempre usa el celular como para sentirse más acompañada) cuando un ebrio, (amigote del dueño de casas) de muy mal aspecto, la tomo del brazo y la empujo, al soltarse, éste le bloqueaba el paso, hasta que luego de unas fintas logró salir de allí, en dirección a nuestra casa. Entonces fue cuando llamó a mi celular.

Lo primero fue saber si ella estaba bien y después mi siguiente pensamiento fue buscar mi bat de baseball y buscar al tipo, mientras ella llamaba a Carabineros, para que fueran por él.

Tenia mucha rabia, y tenia que hacer algo, no podía dejar pasar lo sucedido porque quizás que podían hacer después. Quería molerlo a palos.

Para los que no me conocen, soy un bombero de un metro noventa y dos centímetros con ciento veinte kilos de peso, y con muy mal carácter cuando tocan a los míos, pero generalmente de muy buen humor y tranquilo. Luego de convencer a mi mujer que tenia que darle una lección accedió a dejarme salir en busca del agresor.

Mientras caminaba hasta la casa mal echa, no sabia con que me iba a encontrar, siempre hay varios viciosos allí no solo beben además fuman marihuana, todos lo saben, el olor se siente al pasar. Pero estaba, como dije antes, muy enojado y nada me importo.

De pronto un tipo de mala pinta salió de la casa en dirección de donde yo venia, me vio y no se detuvo, quizás nunca me relaciono o no sabia lo que pasaba, con mi bat lo apunte a varios metros de él y le gruñí que no se moviera. Primero se paralizó, después se hecho a correr hasta la casa del copete.

Mi mujer, mientras tanto, volvió a llamar a Carabineros para avisarles que yo había salido a poner orden, le pidieron la dirección y luego de advertirles sobre mi estatura y que suponía que podía pasar cualquier cosa, le preguntaron si yo era el Bombero grande del la Compañía de Bomberos. Cabe decir que como Bombero a menudo trabajamos en forma conjunta con Carabineros y conocen la dirección de mi casa. A través de su teléfono mi mujer escucho decir al telefonista “mejor manden al reten móvil el Bombero grandote va con un bat de baseball”.

La puerta de entrada se cerro de golpe tras la entrada del corredor y puso una tranca metálica en ella, les exigí que abrieran, eran tres los que me miraban desde el interior y me tiraban palabrotas preguntando que pasaba, como no abrieron le di una gran patada lo que provoco que la puerta saliera de su marco, ellos me miraban como si yo midiera tres metros y echara fuego por la nariz o algo así, el dueño de la casa no hablaba, estaba parado muy ebrio y no atinaba a nada los otros dos me pedían que me calmara. Mi cuerpo tiritaba supongo producto de los nervios y la adrenalina, uno de ellos más atrevido que el corredor, me decía que ellos no habían echo nada y se acerco con malas intenciones, fue a dar a un rincón de un solo empujón de mi parte, el corredor se apuro a decir, pensando que el seguía, que hace un rato otro que estaba con ellos se había ido, era verdad, ninguno concordaba con la descripción dada por mi mujer y tampoco estaban en condiciones de haber pensado en cambiarse de ropa, con el escándalo salieron sus vecinos a ver que pasaba, no intervinieron, luego de un rato de discusiones me dieron el nombre del tipejo que se había ido y que ellos no sabían nada y que disculpara, aunque no de muy buena gana.

El reten móvil de Carabineros llego con tres ocupantes a calmar las cosas, a esa altura luego de analizar todo y ver lo patético y desigual de mis rivales ya había decidido no hacerles nada solo amenazarles con lo que les pasaría si el echo se repetía .

Vuelvo a decir, no sabes lo que eres capaz de hacer en un momento determinado.

ROLUCASS