Sunday, August 19, 2007

El alma del Riquet no quiere partir

La Amarga Muerte de un Dulce Lugar

Armando Dinamarca, garzón “el Café no murió, lo mataron

Faltan unos minutos para el medio día. Una pareja de Carabineros miran extrañados a un grupo de personas que se cambian de ropa fuera del cerrado Café. Veinte de los trabajadores del Riquet se ponen su uniforme de trabajo para protestar, no por el cierre de su lugar de trabajo, sino por el abuso que con ellos se ha cometido.

El sábado 4 de Agosto cerró definitivamente sus puertas el tradicional Riquet, el 19 cumpliría 76 años de historia y tradición en la ciudad patrimonial. Diversos son los factores que lo llevaron al cierre, pero primó la difícil situación financiera por la que atravesaba la administración del local.

Pantalón negro perfectamente planchado, camisa y cotona blanca, corbata de humita negra para los hombres, delantal blanco para el personal de cocina y de color para las mujeres de atención en el mesón. El promedio de edad debe bordear los 55 años.

Se organizan en el centro de un triangulo con historia, el Bar Cinzano, la Radio Portales y el Café Riquet, sobre los peldaños de la Plaza Aníbal Pinto, teniendo la estatua de Poseidón como testigo.

Algunos de ellos ponen velas a la entrada del local como si estuvieran de duelo, clientes y vecinos se acercan a saludarlos, otros se detienen para saber que pasa. “Somos gente decente, somos trabajadores, ¿por qué nos han hecho esto?” es parte del lamentoso discurso de la señora Nina Sotelo, cajera del local, con una historia de trabajo que terminó abruptamente con el cierre, “hicieron lo que quisieron y nosotros se lo permitimos”

Luis Paredes cliente desde el año 73 observa y acompaña a los que muchas veces lo atendieron, y comparte su pena. Venia a pololear con su actual esposa, luego con sus hijos, incluso trajo a sus nietos en alguna ocasión, “era una obligación pasar a comer su kuchen de manzana”.

“Esto era un lugar tradicional y familiar, incluso una de las niñas que atendía y que todavía trabajaba aquí, se casó con un compañero de mi trabajo. Es una lástima que las autoridades hagan la vista gorda con esta injusticia. Se debieron tomar cartas en el asunto. Es una pena que Valparaíso se esté terminando. Y ahora ¿qué pasa con toda esta gente?, ¿comó quedan ahora? ¡Están en la calle!”

La mayoría de los 27 trabajadores han pasado su vida aquí, incluso algunos se conocieron y formaron familia en el lugar, lo consideran su casa, por eso les duele tanto dejar al café y lamentan más la forma que el fondo.

“Nosotros los trabajadores del café Riquet somos el verdadero patrimonio de la humanidad, nosotros hacíamos el Riquet” dice Roberto Neira, garzón del lugar por más de 22 años mientras pega un cartel en las cortinas del local (ver recuadro).

Ellos aún se consideran trabajadores del recinto, no recibieron una carta de despido ni finiquito solo les cancelaron los días del mes trabajados (4) y para colmo tienen 7 años de imposiciones impagas. Por lo cual muchos no pueden siquiera jubilarse.

Carteles de protesta

  • Mañana 19 de Agosto del 2007 el “Café Riquet” cumpliría 76 años. Sus 27 trabajadores, que somos el verdadero patrimonio de esta hermosa ciudad, estamos en la calle.
  • Que hermosos fueron tus 75 años, hoy que cumples 76, mueres por culpa de un cáncer. Q.E.P.D.
  • ¿Dónde están? Los dueños de la Sociedad Café y restauran Riquet Ltda. nuestros patrones que junto al representante legal nos tienen sin cumplir nuestras labores habituales.
  • Nació el 19 de Agosto de 1931. Falleció el 03 de agosto de 2007. No descansará en paz hasta que se haga justicia. Sus trabajadores.

“Lamentablemente, cuando vendió nuestro antiguo jefe don Guillermo Spratz, en el año 96, se vendió a puerta cerrada con personal incluido. Desde allí el café quedó herido de muerte, desde entonces comenzó un desfile de socios, aquí llegaban sin poner un peso, uno de los últimos vivía en el tercer piso, había que darle de comer, de tomar y más encima plata de la caja” relata la señora Nina Sotelo.

Es tanta su lealtad al local que cuando la Contraloría General de la República vino a embargar los vienes debido a la deuda provisional, se les avisó que una persona ajena al servicio estaba sacando unos vitrales, desde el segundo piso, salieron todos a defenderlos y los pusieron nuevamente en su lugar, la señora Nina y sus compañeros alejaron al supuesto amigo de lo ajeno, avisaron al nuevo dueño y a Carabineros, lamentablemente los vitrales fueron robados de todas maneras en horas de la noche, curiosamente sin forzar ninguna puerta.

Los vitrales mencionados fueron una donación de Isabel Cases de Brown quien fuera dueña de la propiedad antes de donarla a Iglesia.

El pasado 28 de febrero la Parroquia San Antonio de Viña del Mar decidió vender la propiedad a una inmobiliaria local. Existía una demanda por parte de la Iglesia desde el año 2003 por el no pago de arriendo.

Hoy existe un cliente que está dispuesto a arrendar un local y llevarse a todo el personal con él. Lamentablemente el nombre Riquet está con embargo y la deuda provisional seguirá existiendo y sus finiquitos impagos también.

Rolucass

2 comments:

Romina Vidal Andrade said...

Weeeeeeena tatarita!!!

hey pastel, muy bueno, de verdad, me situé en el lugar y me llegó a dar penita!!!!


la raja.. de verdad te kedó weno weno

ya esop

ojalá el profe pongabuena snotas!! wjajaj
ya nus vemos!!
adeu!!

ChesterUC said...

http://CrizitoUC.blogspot.com

Ahí está... cuando lea tu comentario te escribo con algo semejante. Saludos xD!


ChaUC